Pedriño y Rañolas son contradictorios, extremos, antagónicos, polarizados...mas amigos. Uno es el arriesgado soñador (una forma del idealismo) y lo otro es un pancista pusilánime (una forma del materialismo). Esta oposición entre cuerpo y alma, entre estómago y corazón aparece en otras
parejas famosas, como Quijote y Sancho Panza, en Jacques el Fatalista y su patrón o Don Celidonio y el Doctor Alveiros, de Risco. Pedriño y Rañolas entran en este selecto clube, unidos a una montón de payasos anónimos, artistas populares que corrieron las fiestas y romarias y que Castelao admiró compasivo humor. Los payasos son criaturas hechas de mezclar un loco y un niño.
Para hacer un bufón hace falta, además, un animal, el animal que todos llevamos dentro. Niños, Locos y Animales componen el rico universo humorístico de Castelao, su retábulo de la risa absoluta, de la comedia humana del pueblo gallego. Burla y Befa va a meter todo este universo humorístico en las figuras de Pedriño y Rañolas.
Los Dos de siempre son como hermanos siameses, un cuerpo que se escinde por el bisturi del doctor Castelao, y que andan los dos por el mundo, incompletos, intentando reencontrarse y conformar de nuevo un cuerpo único, armónico, en el que una parte roba manzanas , y otra, las come.