Mario es un chico nacido en la comarca del Ribero de los años 50. Mas la aldea no parece un lugar demasiado apropiado para él. No le gusta vendimiar ni mocear y no le prestan los juegos de los adolescentes. Y menos aún piensa seguir los dictados del padre, que van en contra de su naturaleza interior. Mario escapa de la aldea para instalarse en el Vigo industrial de los 70, buscando en la ciudad un lugar ideal para ser él mismo. Pero no resulta tan sencillo de encontrar. Los ahorros poco duran, y será difícil sobrevivir en esa nueva hostilidad, si no fuera por la aparición de una hada madrina: Dorín. Ella, como él, nació siendo un chico gallego, pero llegó a ser una grande artista en París. Ahora actúa en la Riomar de Samil y vive en el Abanico, donde Mario ayudará a limpiar, planchar, estudiará contabilidad y comenzará a dudar...mismo de su nombre.